Hola,
Decía Cervantes: «Barcelona, archivo de cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única«. Esta cita nos la envió una persona del equipo, francesa, el pasado viernes por la mañana. Era su manera de mostrarnos, al resto de sus compañeros, su adoración por Barcelona a la vez que compartíamos nuestra más profunda repulsa por lo sucedido.
En estos últimos días, todos hemos llorado por las víctimas y les hemos rendido nuestros particulares homenajes. En estos últimos días todos nos hemos emocionado ante multitud de gestos de solidaridad, altruismo y bondad. Porque juntos, y a pesar del dolor, somos más fuertes. Porque el amor que todos profesamos por Barcelona y lo que representa ha sido más visible que nunca. Porque la luz de la ciudad que nos enamora brilla más que nunca.
Desde aquí me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento y admiración a las personas de los equipos del hotel Ohla Barcelona, Cafe Emma, Joël´s Oyster Bar y Casa Leopoldo que el jueves y, aún estando inmersos en lo desconocido, se entregaron con delicadeza y profesionalidad a lo que, en cada caso, la situación requirió, según su ubicación en la zona perimetrada.
Para, casi, terminar, recuperamos una frase que se ha replicado en prensa y en redes sociales desde el jueves. Es de Lorca y escribía que Las Ramblas era «la única calle de la tierra que yo desearía no se acabara nunca». Rambleemos. Hagamos que siga latiendo como siempre lo ha hecho. No tenim por.
Gracias,
Un fuerte abrazo,
Romain Fornell y todo el equipo