Como muchos saben, la semana pasada se celebró, en Santiago de Compostela, la cena en la que Guía Michelin presentaba los restaurantes con nuevas estrellas. Así pues, lo primero es felicitar, desde estas líneas, a todos los galardonados y, de manera particular y con mucho cariño, a Eduard Xatruch, Oriol Castro y Mateu Casañas, por su primera estrella en Disfrutar (sois unos verdaderos crack´s !) y a Albert Adrià por Hoja Santa (otro gran crack !).
La “noche de autos” es una velada muy especial para todos los que nos dedicamos a la gastronomía, sea asistiendo in situ, sea siguiéndola en la distancia. La gala en sí conlleva “ingredientes” propios de premios Oscar en cuanto a la gran expectación y enorme repercusión mediática. Es un día en que, a medida que se suceden las horas, emociones y sentimientos se desbordan.
No es mi intención añadir nada a todo lo que se ha escrito y comentado en relación a ésta y las galas precedentes. Lo que sí es inapelable es que estar en el “libro rojo” comporta una tremenda responsabilidad y un compromiso absoluto. Cada servicio se asemeja a una oposición. Cada comensal que viene, a un examen de final de curso.
Por todo ello permítanme hacerles partícipes de la alegría personal y profesional que supone que Caelis detente una estrella desde 2005. Revalidarla año tras año no es empresa sencilla. Desde esta humilde tribuna quiero expresar mi inmensa gratitud a ustedes -nuestros clientes-, a todos los que han formado parte del equipo de Caelis a lo largo de este período y, por supuesto, a la Guía Michelin por su confianza.
Pasarán los días y los ecos de la gala no serán tantos pero les aseguro que seguiremos trabajando con toda nuestra ilusión, esfuerzo y dedicación, para ofrecerles la mejor experiencia porque… si algo es irrefutable es que, sin clientes, no hay estrella posible. Ustedes son nuestra razón, ustedes son nuestras estrellas.
¡¡¡ Muchas gracias de nuevo !!!
Un fuerte abrazo,
Romain Fornell y todo el equipo
