Pues sí, aterricé en NY, corrí la Maratón y llegué a la meta. Objetivo cumplido ;)) ;))
Esta competición me lleva a hablarles de alguien cuya trayectoria profesional es una gran carrera de fondo y por quien profeso una profunda admiración. Se trata de Elena Barraquer. Perteneciente junto con su hermano Rafael a la cuarta generación de la reconocidísima saga de oftalmólogos, pocas presentaciones requiere.
De Elena tengo el honor de decir que es amiga desde hace tiempo. Sí, el honor, porque no puedo más que sobrecogerme y sentirme pequeñito ante todo lo que hace. Con un currículum abrumador, además de trabajar en la Clínica familiar, el Centro de Oftalmología Barraquer, Elena dedica, desde 2003, varias semanas al año a viajar a los países más desfavorecidos para intervenir a personas sin recursos. Angola, Bangladesh, Kenia, Ghana, Senegal, Gabón, Mozambique… son sólo algunos de los lugares a los que se ha desplazado junto con su equipo. Más de 3000 pacientes, niños y adultos, operados y todo bajo el paraguas de la Fundación Barraquer que creó junto con su padre y hermano. Desde aquí les animamos a que colaboren, con su granito de arena, a esta Fundación, a través de su web. Su lema, «tenemos mucho que ver«, es una lección de humanidad. También pueden acudir al mercadillo solidario que organizarán próximamente, del 16 al 27 de noviembre, en la calle Laforja de Barcelona (info aquí).
Por mi parte he participado como chef en alguno de los eventos filantrópicos que ha organizado. Elena, sabes que si me dices «ven», lo dejo todo. Allí estaré cuando me necesites. Es mi humilde contribución a tan encomiable labor en la que Elena y los suyos ponen esperanza donde hay tinieblas, alegría en la desesperación y luz en la oscuridad. Nosotros preparamos experiencias gastronómicas para crear efímeros momentos de felicidad que perduren en la memoria de los comensales; vosotros ilumináis, para siempre, la vida de muchísimas personas. Gracias por vuestra dedicación y entrega absoluta, gracias por hacernos creer en un lugar donde la luz brilla continuamente.
Muchas gracias y …bon appétit !!!
Un fuerte abrazo,
Romain Fornell y todo el equipo