Hola, buenos días,
La semana pasada rememoré, por unas horas, mi época de estudiante en la Escuela de Hostelería de Toulouse al hacer una “Chef-demo” para los alumnos del International Culinary Center de Nueva York.
Me desplacé a la ciudad que marca el pulso mundial para asistir a mi cita con la mítica Maratón. A pesar de haber participado durante más de 5 años, la experiencia sigue siendo adictiva y altamente recomendable, en cuanto al reto que supone y al esfuerzo que comporta.
Un día después y una vez recuperados de la carrera nos dirigimos, junto con Oscar Manresa, que también corrió, al International Culinary Center. El chef Hervé Malivert, a quien conozco desde hace tiempo, y la también chef Natalia nos dieron una cálida y afectuosa bienvenida. Mientras nos acompañaban a la cocina donde prepararíamos la previa de la demostración, pudimos ver algunas fotos de los cocineros que han pasado por sus aulas, fueran alumnos, fueran profesores. Impresionaba ver tanto talento en tan poco espacio.
Por la tarde hicimos la demo de tres recetas en las que el objetivo era compartir técnicas y, a la vez, experiencias. Los estudiantes, por su parte, nos regalaron máxima atención y, cómo no, varias risas ante alguna de las ocurrencias de Oscar. Debió gustarles también a sus responsables ya que, al terminar, nos emplazaron a repetir el próximo año y, nosotros, ….nosotros más que encantados y honrados, con la propuesta.
Porque fue un gran honor por lo que este lugar representa. Fundado en 1984, en el inicio tomó el nombre de The French Culinary Institute. Hoy por hoy, y bajo la denominación de International Culinary Center (ICC), está considerado como uno de los tres mejores centros docentes de cocina de Estados Unidos.
Además del ICC, tuvimos la oportunidad de ir al restaurante Brooklyn Fare que ha cambiado de ubicación y del que soy ferviente admirador. Traspasar el umbral de su puerta es adentrarse en un mundo de sensaciones en el que el producto se trata a un nivel estratosférico (difícil encontrar un término adecuado que describa cuán bien lo hacen). Es, es mi opinión, de visita obligada para todos quienes aman, viven y aprecian la cocina, la COCINA, en mayúsculas.
Muchas gracias por leernos.
Un fuerte abrazo,
Romain Fornell y todo el equipo