Buenos días !
Hoy, ante todo, nuestro agradecimiento. Varias son las personas que, tras leer nuestra newsletter del viernes, nos desearon lo mejor en esta nueva etapa vía email, telefónica, WhatsApp, redes y otros ….Muchísimas gracias, a tod@s, por sus cariñosas palabras. Nos llenan de energía y positividad !!.
Y, si hace unos pocos días les hablaba de una nueva etapa para Caelis, hoy lo haré, de otra, la de Casa Leopoldo. Este lunes hemos reabierto, junto con Oscar Manresa, las puertas de este emblemático local con el deseo de que ocupe, otra vez, un lugar en el patrimonio gastronómico de la ciudad. Es nuestro objetivo conservar y custodiar el espíritu de este restaurante que, esperamos sea, también, el suyo. Sin pretensiones. Con humildad.
En Casa Leopoldo hemos actualizado pero no cambiado. En las diferentes salas hemos conservado azulejos y cuadros. También las fotos de aquellos célebres clientes que convirtieron a esta casa en centro neurálgico de ilustres encuentros y tertulias . Sí hemos pintado paredes para devolverle luz , cambiado suelos y reformado por completo la cocina.
En cuanto a la carta, mantenemos, revisados, bastantes de aquellos platos que le definían e introducimos unos pocos de la cocina francesa . El rabo de toro lo presentaremos con guarnición de un guiso y puré de patata ratte. Las albóndigas, con sepia y langostinos. Los pies de cerdo, deshuesados y crujentes, con espardenyes. El cap i pota ? con garbanzos (…picantitos). El famoso bacalao “à Bras” sigue en la carta. La parrillada “como antes aquí” es con pescado de la lonja y marisco. Podríamos seguir pero….quizás es mejor que vengan y los disfruten ,)) ;)).
En cuanto a Caelis, ayer fue el comienzo oficial de esta nueva etapa y ya abrimos con nuestros horarios habituales. Estamos aún en estado de alegría y excitación contenida. Contentos e ilusionados ante la perspectiva de poder darles la bienvenida a todos uds.……en cuanto lo deseen.
Por último, permítanme que dedique unas líneas en homenaje al chef Michel Del Burgo, que falleció el pasado 12 de marzo a muy temprana edad, 54 años, como consecuencia de una terrible enfermedad. Tuve la suerte de que fuera mi jefe en el restaurante Taillevent. Su gran talento culinario era indiscutible. Recuerdo bien su cocina, muy mediterránea, con, por ejemplo, el Boudin de homard au fenouil y su Crème de légumes oubliés à la truffe. Su pérdida nos ha sacudido a todos. Bon voyage l´artiste !.
Un fuerte abrazo,
Romain Fornell y todo el equipo