Arturo San Agustín

Hola,

Hace unos días recibí un preciado y emotivo regalo: una chaquetilla como las que usa Monsieur Paul Bocuse. Me la entregó su nieto, Philippe Bernachon, chef y maestro chocolatero, en presencia del también chef Christophe Marguin. Ambos son de Lyon y de ellos ya les hablé porque fueron los protagonistas del evento que organizamos hace unas semanas en Café Emma (“la cocina de Lyon, en Barcelona”).

Mis dos queridos chefs, sabedores de que mi también amigo, el periodista y escritor barcelonés Arturo San Agustín, iba a publicar su nueva novela, El robot que cree en Dios, ambientada en el Vaticano, país en el que tiene buenos contactos, le obsequiaron con otro valioso regalo: el pastel Le Pape que Bernachon y Marguin ofrecieron en el Vaticano, en la Casa Santa Marta, al papa Francisco. Fue elaborado exclusivamente para él. Se trata de la misma tarta, pero preparada con chocolate blanco, que Maurice Bernachon, padre de Philippe, creó para el presidente Giscard d’Estaing, el día que en el Palacio del Elíseo Monsieur Paul Bocuse recibió la Legión de Honor. En aquella ocasión el ahora muy popular y exquisito pastel, elaborado con chocolate negro, fue bautizado como Le President. A los amigos vaticanos de Arturo, a quienes saludo en el Café Emma cuando están de visita  en Barcelona, yo siempre los llamo ‘los obispos’. Gracias, pues a la amistad, Arturo es, después del papa Francisco, el único que ha podido saborear el pastel Le Pape.

Por mi parte y desde aquí, les animo a que, si tienen oportunidad, lean esta novela de Arturo San Agustín que, estoy seguro, les deleitará.

Gracias, como siempre, por leernos y dedicarnos su tiempo.

 

Un fuerte abrazo,
Romain Fornell y todo el equipo

 

Este texto corresponde a extracto newsletter enviada por Romain, a través de Caelis, el día 11 de Octubre de 2017.
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